Tras llegar al ryokan Chuck decidió dormir hasta la hora que habíamos quedado, mientras Tonino y yo nos fuimos a dar una vuelta, matando el tiempo, ya que para el rato que había para dormir preferíamos mantenernos despiertos. Así que nos acercamos a una tienda que hay por la parte de atrás de la estación que venden videojuegos y mangas, pero que a esas horas estaba cerrada. Tras ello, nos fuimos a la cafetería donde después de estar una media hora en internet no pusimos a desayunar en la terraza, donde nos saludaron en ingles y después en castellano unas chicas japonesas, desde una ventana.

Cuando regresamos al ryokan, decidimos descansar aunque solo fuera media hora. A las 10.00 estábamos los tres en pie, y mientras Chuck se perdía por el lavabo el resto preparados para irnos.

A eso de las 11.00 nos reunimos con Claudia, y fuimos a por el tren, el cual tardaría lo suyo para llegar hasta Himeji, pero bueno es una distancia considerable, así que no hay que por quejarse. Eso si, durante el trayecto pudimos ver paisajes guapísimos, algo que hizo el viaje más ameno.

Al salir de la estación ya se puede ver perfectamente donde se encuentra el castillo, se alza al fondo de la enorme calle que llega a la estación. Así que tan solo nos dedicamos en seguir la calle recta. Y cuando llegamos a los sus alrededores serían sobre la 13.45, que es cuando nos paramos a comer.

Al acabar andamos hacia el interior del recinto, donde nos esperaba una explanada enorme, donde se ve el gran castillo, al cual llegamos tras subir varias escaleras y rampas. Una vez en el interior te obligan a descalzarte y te dan unas zapatillas, pero andar con estas puede ser peligroso, ya que nos es el calzado mas idóneo para andar sobre unas escaleras algo empinadas, pero que le íbamos hacer, igualmente todos salimos vivos xD. En el interior nos encontramos con una exposición de elementos de la época, como pueden ser armaduras, mapas del castillo y de sus accesos, etc.

Tras visitarlo nos fuimos al Koko garden, situado justo al lado del foso del castillo. Ya que habíamos pagado la entrada doble que incluía la entrada al castillo como al jardín no íbamos a perderla, así que fuimos hasta allí. Se trata de una calle con casas y sus jardines, esta curioso, algunos tienen una belleza impresionante, con sus cascadas y puentes sobre un estanque repleto de carpas, y otros son demasiado normales, pero estuvo muy bien.

Al acabar, y dejándonos muchas cosas por ver de la ciudad, nos fuimos a la tienda de recuerdos, y tras las compras de vuelta a la estación para coger el tren dirección a Kyoto, ya que Claudia tenia algo de prisa, tenia que irse esa misma noche junto con su amiga Roser a Tokyo en autocar.

Tras despedirnos de ella, sin saber si nos volveríamos a ver en Tokyo el sábado siguiente, que es cuando coincidiríamos, nos fuimos al ryokan para descansar un poco. Al rato fuimos McDonald’s. a probar esa hamburguesa que Chuck me había comentado el día anterior, compuesta por gambas, la McGamba que me acompañaría en el resto de viaje.

Al acabar volvimos a la tienda de videojuegos por la cual habíamos pasado Tonino y yo esa misma mañana, si, la que estaba cerrada. En el camino hacia ella nos encontramos a tres chicas que estaban tocando al guitarra y cantando, lo hacían realmente bien, así que me puse a grabarlas y ellas cantaron :). Tras dar vueltas por al tienda y Tonino dedicarse a saquear las estanterías de videojuegos xD, menuda cesta de videojuegos que compro, nos fuimos al ryokan, y así es como termino un día con pocas horas de descanso para algunos.